Yo continuamente me hago esta pregunta: ¿Merece la pena seguir viviendo por los escasos y breves momentos de felicidad y alegría, cuando la mayor parte de la vida está inundada de momentos que nos hacen llorar, que nos hacen sufrir, que nos hacen ser infelices? De verdad… ¿vale la pena seguir viviendo en un mundo que nos da más tristezas que alegrías, que provoca que nuestros ojos cada vez estén más llenos de lágrimas y nuestros corazones más secos y marchitos? ¿Estamos dispuestos ha vivir una vida plagada de momentos dolorosos, esperando que los escasos, fugaces y caducos momentos de felicidad llenen con su luz nuestras oscuras vidas…? Yo personalmente sigo buscando la respuesta a esta pregunta, pues aún no la he hallado y ustedes… ¿han encontrado su respuesta…?
Seguramente os estareis preguntando a que viene que escriba esta entrada . Bueno pues viene a que para mi hoy es uno de esos días en los que prefieres no levantarte de la cama, en los que no te apetece ni mirarte al espejo y en los que cualquier cosa que te digan te sienta como un jarro de agua fría. Es uno de esos días en los que si el estado de ánimo de alguien pudiera pintarse de color, hoy mi color sería el gris oscuro, tan en mi opinión deprimente. Solo quería compartir con ustedes esta pregunta y pensamiento que invade de vez en cuando mi mente y que ustedes me den su opinion con respecto a este tema.